La
posibilidad de tener un proceso metabólico efectivo de almacenamiento de grasa que
diera lugar a una obesidad episódica era una condición beneficiosa en el pasado
ya que podían transcurrir largos periodos de tiempo sin comer por falta de
disponibilidad de alimentos ,que sin embargo podían ser muy abundantes en otros
momentos.
Sin
embargo, en el entorno moderno con una disponibilidad permanente para la
obtención de alimentos, la situación ha cambiado drásticamente y los rasgos
genéticos favorecedores del almacenamiento energético conducen a una obesidad
permanente que supone un factor de riesgo importante para el desarrollo de
múltiples patologías.
La
propensión a convertirse en obesos, en las sociedades modernas, es consecuencia
pues de una selección positiva de los que antiguamente fueron rasgos
ventajosos.
La
condición física o estado de forma física es un magnífico indicativo de cómo se
encuentra el individuo y de su capacidad de funcionamiento y adaptación ante
una sobrecarga, como pueda ser el propio ejercicio. De hecho, es un potente
marcador de edad biológica y como tal, y dado que es influenciable, su mejora
puede ser considerada como una verdadera terapia antienvejecimiento.
La
dieta de aporte proteico (DAP) constituye una alternativa a las estrategias
dietéticas habituales. Una de ellas es el abordaje de las alteraciones del
contorno corporal cuando no exista contraindicación.
Está
basada en la restitución proteica equilibrada (en forma de proteínas
purificadas de alto valor biológico), que provoca la disminución de la masa
grasa del organismo, sin menoscabar la masa magra.
Todo
este proceso ocurre sin tener sensación de hambre y manteniendo un correcto
estado general, debido a los micronutrientes aportados y, sólo en sus primeras
fases, al estado metabólico desencadenado de cetosis moderada (5 mmol/dl), el
cual induce una estimulación del centro hipotalámico de la saciedad.
Al
tratarse de un programa de reintroducción alimentaria progresiva, sólo en sus
primeras fases se trata de una dieta cetogénica, durante las cuales se incluye
en el grupo de las VLCD (dietas muy bajas en calorías), para convertirse a
continuación en una dieta hipocalórica complementada con suplementos proteicos
hasta llegar al equilibrio alimentario.